Antitranspirantes

La sudoración es un proceso natural en todos los seres vivos. Sin embargo, un mal olor corporal provocado por la descomposición del sudor no es tolerable, por lo que mucha gente busca una solución para controlarlo. Debido a su fácil aplicación los antitranspirantes han sido unos de los métodos comúnmente utilizados para el control del olor corporal. Poca gente conoce su mecanismo exacto de funcionamiento y tienden a confundirlos con desodorantes. Otro error común es pensar que el olor producido es debido al sudor. En realidad se debe a la descomposición del sudor producida por bacterias que se encuentran sobre nuestra propia piel, estas se alimentan del sudor, especialmente, de la sudoración grasa producida por las células apocrinas. Los antitranspirantes evitan la secreción de sudor por lo que las bacterias no tienen de que alimentarse y no se produce olor. Los antitranspirantes han demostrado su eficacia en axilas, manos y pies, sin embargo, la iontoforesis puede ser la solución más efectiva en la lucha contra la hiperhidrosis.

Tipos de antitranspirantes
Existen distintos formatos de antitranspirantes en el mercado, las formas más comunes son spray, en barra, roll on o crema. A diferencia de los formatos en roll on, barra o crema, las formas en spray no dejan ningún tipo de residuo sobre la piel o la ropa. Todos estos formatos actúan activamente en la reducción del sudor y olor corporal. Las formulaciones 24 horas son particularmente efectivas en controlar la sudoración axilar por un tiempo prolongado.
Además son disponibles sin receta médica y sin prescripción. Los antitranspirantes sin receta médica contienen menos del 20% de componente activo, comúnmente en torno 3-8%. Está comprobado que un buen antitranspirante es capaz de reducir la producción de sudor.

Se suele pensar que los formatos en spray son algo menos eficientes debido a que cierta cantidad del producto se pierde en el aire cuando son aplicados sobre la superficie corporal. Sin embargo, la cantidad que se pierde en el aire es mínima, asi que realmente no se pierde eficacia. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que personas, cuya piel sea especialmente delicada en la zona de las axilas, no debería de utilizar antitranspirantes. Asímismo, personas susceptibles a alergias por contacto con químicos, fragancias, etc. Y sobre todo, a personas con facilidad de abrasión de la piel por afeitado o eczemas, se le contraindica su uso.

¿Cómo funcionan los antitranspirantes?
El principal objetivo de un antitranspirante es prevenir la sudoración, que es el principal factor causante del mal olor. Los antitranspirantes detienen la sudoración de aquellas partes del cuerpo en las que son aplicadas, principalmente en axilas. Los antitranspirantes contienen iones de aluminio que bloquean las glándulas sudoríparas impidiendo la salida del sudor al exterior. Como resultado, se reduce considerablemente el olor corporal. Aunque, en ciertas ocasiones, los componentes derivados del aluminio pueden causar reacciones alérgicas sobre la piel.

Tras su aplicación, las células de la superficie de la piel absorben los componentes activos que contienen estos productos. Es el agua el componente que transporta disuelto los componentes activos, principalmente aluminio. A medida que se absorbe mayor porcentaje de agua las células aumentan su volumen produciendo una presión sobre los conductos excretores del sudor. Esto provoca la disminución de la salida al exterior del sudor, pero esta condición es temporal. Finalmente el agua volverá a fluir fuera de las células, el efecto aunque se mantendrá temporalmente poco a poco desaparecerá y la sudoración volverá a su condición inicial.

La mayoría de las personas usan desodorantes para mantener controlado el mal olor derivado de la descomposición del sudor, para evitar que el sudor manche su ropa o evitar situaciones embarazosas. Por desgracia, las bacterias inofensivas presentes en la piel y que provocan el olor desagradable prosperan en áreas calientes y húmedas, zonas con poca transpiración, como es característico de las axilas. Los desodorantes funcionan bloqueando el sudor de las axilas, por lo que se mantienen secas evitando la proliferación de dichas bacterias. En la mayoría de los casos, la acción de los antitranspirantes se manifiesta tan pronto como se aplican. Sin embargo, la duración de los efectos de los distintos productos ofertados en el mercado puede variar en el tiempo. Aunque la mayoría de estos productos son desarrollados para mantenerse activos al menos durante un día o hasta que son eliminados en la ducha.

La mayoría de los antitranspirantes están disponibles para distintos tipos de piel, aunque prácticamente todos ellos contienen aluminio como ingrediente activo. Todos los fabricantes se esfuerzan por desarrollar distintos productos para cada tipo de piel variando la concentración de aluminio. Por esta razón es conveniente utilizar el antitranspirante que más se ajuste a nuestro tipo de piel.

Una de las ventajas de los antitranspirantes es que son una opción económica, especialmente los que tienen una efectividad prolongada. Aparte de considerar el coste es importante considerar la tolerancia de la piel y no utilizar los que pueden ser demasiado fuertes según nuestro tipo de piel. Por otra parte, los antitranspirantes que no contienen colorantes o fragancias son especialmente buenos, ya que no es probable que manchen la ropa. Es aconsejable evitar el uso de antitranspirantes que contengan conservantes.

Otro factor importante a destacar es que algunos antitranspirantes están hechos para áreas específicas de la piel. Podemos encontrar productos para axilas, el cuello, la frente y las manos, las plantas de los pies. Es importante utilizar el producto correcto, por ejemplo, los antitranspirantes para la planta del piel suele ser más fuertes que los productos diseñados para la frente. Es importante asegurarse que el producto se usa adecuadamente y siempre se deben evitar los desodorantes que causan irritación en la piel. Un antitranspirante ideal es aquel que contiene en su formulación aceites de alta calidad que se correspondan con el tipo de piel para la cual ser desarrolla.

En muchas ocasiones, las personas confunden los desodorantes y antitranspirantes a pesar de que son muy diferentes. Ambos, antitranspirantes y desodorantes, tienen el propósito de eliminar los olores corporales. Los desodorantes funcionan bloqueando el olor que emana de las bacterias que crecen en las axilas. Los antitranspirantes actúan específicamente contra el sudor a través de su contenido en aluminio. Sin embargo, hay algunos desodorantes que contienen también antitranspirantes.

Antitranspirantes y Cáncer de mama

Es bastante común leer o escuchar opiniones acerca de la relación entre el uso de antitranspirantes y cáncer de mama. Algunas teorías señalan que el aluminio que bloquea la secreción de sudor en las axilas podría contribuir a la aparición de cáncer de mama. Muchas otras señalan que el uso regular de aluminio puede provocar un mayor riesgo de padecer Alzheimer al afirmar que se forman depósitos de aluminio en el cerebro.
Por otro lado, muchos estudios indican que no hay un mayor riesgo de padecer cáncer de mama entre personas que usan regularmente antitranspirantes comparado con personas que no los usan. En cambio, otros investigadores opinan que el uso continuado de antitranspirantes puede ser un agente potencialmente peligroso en el desencadenamiento del cáncer. Aunque, ningún estudio ha demostrado que estos componentes sean factores predisponentes al cáncer, muchos críticos de estos productos los citan como referencia en sus argumentaciones.

A pesar de todas estas especulaciones, debe saber que la gran mayoría de fabricantes invierten mucho tiempo y dinero en asegurar la seguridad y efectividad de estos productos antes de ser puestos a disposición del consumidor. La gran mayoría de países tienen agencias reguladoras encargadas de evaluar la seguridad de todos los productos antes de que estos lleguen al mercado.