Sudor de axilas

La sudoración es parte de la vida, todos sudamos en mayor o menor medida. Algunas personas sufren de sudoración excesiva en axilas, una condición médica conocida como Hiperhidrosis axilar. Mucha gente suda en exceso, particularmente con el ejercicio físico o con condiciones térmicas altas. La sudoración es esencial ya que permite a la piel liberar el exceso de calor enfriando la piel. La sudoración excesiva, sin embargo, provoca situaciones muy embarazosas por lo que mucha gente busca como controlar dicho problema.

¿Por qué se produce la sudoración en axilas?
Las glándulas apocrinas son las responsables de la sudoración en la zona de las axilas. En la mayoría de casos la sudoración se produce durante el ejercicio físico aunque también se libera bajo altas temperaturas. Esto es lo normal en personas sanas.
Por otro lado, el exceso de sudor puede ocurrir como resultado de enfermedades sistémicas y metabólicas. Cuando están involucradas condiciones sistémicas o metabólicas es aconsejable consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico certero así como el tratamiento más adecuado. Existen diversas opciones de tratamiento para esta condición por lo que no debe preocuparse en exceso.

¿Qué repercusiones tiene?
Muy a menudo las personas que sufren de exceso de sudoración axilar tienen que lidiar con una serie de problemas sociales. Muchas personas experimentan alguna dificultad social, vergüenza o ansiedad al tener que participar en actividades sociales que requieren contacto o una estrecha colaboración con los demás. Las personas que padecen hiperhidrosis a menudo se preocupan por su posible mal olor o se avergüenzan por llevar las axilas manchadas.
La sudoración en las axilas puede afectar no sólo la vida social de una persona, sino también su vida personal y profesional. La vida social de una persona puede verse afectada negativamente por el hecho de que la mayoría de las personas que sufren sudoración excesiva tienden a sufrir de baja autoestima y, en consecuencia, prefieren aislarse de los demás. El hecho de controlar continuamente el olor corporal y las posibles manchas de sudor puede condicionar profundamente la vida social de estas personas. En estos casos es obligatorio tener la máxima higiene posible para sentirse cómodo y seguro.

¿Cómo tratar la sudoración axilar?
A pesar de lo molesto de esta condición es posible su tratamiento, existen diversas opciones para su tratamiento. El método más común utilizado en primer lugar es el uso de antitranspirantes y desodorantes. La persona afectada se aplica regularmente un antitranspirante o desodorante antes de salir de la casa para ayudar a controlar la sudoración axilar y evitar en lo posible el olor que pueda acompañar al sudor.
Lo primero es conocer la diferencia entre un antitranspirantes y un desodorante. Los desodorantes son utilizados desde la antigüedad cuando se utilizaban en forma de aceites naturales que camuflaban el olor corporal. En general, los desodorantes se utilizan para cubrir el olor corporal, este es emitido por las bacterias que crecen en las axilas al mezclarse con el sudor.
Los antitranspirantes, a diferencia de los desodorantes, están diseñados específicamente para combatir el sudor. Los antitranspirantes contienen cloruro de aluminio como ingrediente activo que funciona evitando la producción de sudor. Los antitranspirantes se desarrollaron en el siglo XX y rápidamente han alcanzado gran popularidad. Los antitranspirantes están disponibles en una gran variedad de formas, incluyendo aerosoles, roll on, barras, geles, cremas.
Además del formato, existen distintos tipos de antitranspirantes en función de sus principios activos. Según sus componentes hay antitranspirantes que no requieren receta médica, utilizando bajas concentraciones de componentes activos o activos naturales y antitranspirantes con receta médica con concentraciones más elevadas.
>En la mayoría de los casos, los desodorantes naturales no son tan eficaces en casos de sudoración severa. Algunos antitranspirantes contienen cloruro de aluminio y funcionan mejor que los naturales. Cuando los antitranspirantes de venta libre no funcionan, se suele recurrir a las opciones de venta con receta. Estos productos con receta contienen cloruro de aluminio hexahidratado y son muy eficientes.
Actualmente los antitranspirantes disponibles en el mercado están diseñados para usos y tipos de piel muy distintos. Al tener en cuenta los fabricantes los tipos piel y las zonas a tratar podemos encontrar tratamientos muy específicos para cada persona con lo que se evitan posibles efectos secundarios. Es más, incluso se fabrican en función del sexo o la edad con lo que hoy en día podemos encontrar el producto más idóneo a nuestras necesidades. Cada día se lanzan al mercado nuevos productos más efectivos por lo que sólo hay que probarlos y localizar el más indicado.
Otra opción para las personas que sufren de sudoración en las axilas es la medicación oral. Los medicamentos del grupo de los anticolinérgicos han demostrado reducir significativamente la sudoración. Por ejemplo, Robinul trabaja bloqueando la función del neurotransmisor-aceltylcholina que es responsable de estimular las glándulas sudoríparas, de este modo podemos ver la mejora en tan sólo unas pocas semanas. Es importante señalar que este tipo de medicamentos puede tener un efecto adverso sobre otras funciones del cuerpo causando efectos secundarios tales como estreñimiento, sequedad de boca o visión borrosa.
Las inyecciones de Botox también han demostrado su eficacia en el tratamiento de la sudoración excesiva bajo los brazos. El Botox o toxina botulínica ha sido aprobada para tratar la sudoración excesiva en axilas en EE.UU. La toxina botulínica es una proteína liberada por las bacterias que causan el botulismo que se inyecta debajo de los brazos con el fin de bloquear los nervios que activan la sudoración. Se ha comprobado que las inyecciones de botox son eficaces hasta un máximo de 5 a 6 meses pasados los cuales hay que renovar el tratamiento.
La cirugía también ha demostrado su eficacia en la lucha contra la sudoración excesiva en axilas. La intervención más utilizada es la conocida como simpatectomía torácica aunque existen otras como la liposucción tumescente que consiste en la extirpación de las glándulas sudoríparas de las axilas, al igual que se extirpa la grasa en la liposucción abdominal.
El otro procedimiento conocido como simpatectomía torácica endoscópica, implica el recorte de los nervios que transmiten mensajes de los nervios simpáticos a las glándulas sudoríparas. Es importante señalar que estos procedimientos son susceptibles de causar rutinariamente sudoración compensatoria. Sudoración compensatoria significa que existe la posibilidad de que después de cualquier procedimiento, puede aumentar la sudoración en otras partes del cuerpo a pesar de que la sudoración de las axilas se reduce.
La operación quirúrgica siempre debe considerarse como última opción de tratamiento y en los casos más severos ya que no es reversible y tiene sus propias contraindicaciones.
Otra opción que se debe tener en cuenta es el uso de antidepresivos o tranquilizantes. A pesar de que no se usa comúnmente, los dos métodos a menudo son efectivos para las personas que sudan en exceso como consecuencia de factores desencadenantes emocionales. Un médico puede recetar tranquilizantes o antidepresivos para ayudar a controlar los síntomas relacionados con el estrés y prevenir la sudoración excesiva que provoca.
Como regla general, el paso más importante independientemente del procedimiento de tratamiento que elija, es mantener la limpieza y la higiene adecuada. Por obvio que parezca, es de vital importancia ducharse con frecuencia para eliminar las bacterias que pueden causar olor corporal. Secar las axilas bien y considerar el uso de jabón antibacteriano. Usar siempre tejidos naturales como el algodón, el lino y la lana para que su piel respire y ayudar así a mantener las axilas secas.